Miedo a subir los precios

Esto te interesa porque afecta a la mayoría de los negocios

Uno de los principales problemas que afecta hoy a los negocios es la inflación galopante que estamos padeciendo.

Las mercancías y los suministros están constantemente subiendo.

El problema está, en que se come los beneficios que te puedan generar la venta de productos.

Lo que se traduce en que estás trabajando para nada, ya que al final no te va a quedar ni un euro, si consigues pagar todos los gastos que tienes…



Si tienes los deberes hechos, tendrás los escandallos de todos los productos que elabores.

Si no es así, ya vas tarde, es imprescindible tenerlos hechos para saber el coste exacto y más en la situación actual de inflación.

Al actualizar los precios de compra en los escandallos, verás que los precios de venta se quedan desfasados y que si no quieres perder los beneficios, tienes que subir los precios.

Recuerda que el negocio que tienes es una empresa y como tal, está abocada a generar beneficios o a desaparecer, lo que tu prefieras…

Al menos, para cubrir esa inflación que va a perjudicar a tus beneficios.

Pero el problema está ahí…  en subir los precios…

La mayoría de los empresarios tienen pánico a subir los precios.

Porque piensan que el efecto inmediato es que los clientes van a dejar de venir y se van a marchar a la competencia, que los seguirá manteniendo más bajos.

Entiendo perfectamente este temor, y más en un entorno de incertidumbre.

Es inevitable tener visiones catastrofistas, en las que al subir los precios, los clientes desaparecen y tu negocio se va a la ruina y tú con él.

Lo entiendo…

Mi recomendación es que ajustes el precio de venta lo más posible, pero manteniendo siempre el beneficio.

El beneficio es sagrado en un negocio de hostelería.

Para ajustarlo, puedes cambiar de proveedor manteniendo la calidad, a otro más barato.

Modificar la composición de la elaboración.

En muchas ocasiones, modificando las cantidades o alguno de los ingredientes, el coste se reduce y permite mantener el margen.

Revisar la presentación, hay platos que tras revisar cómo se presentan, incluso se mejora su imagen y se puede llegar a reducir el coste hasta en un 30%.

Y si todo eso no fuera posible, como ocurre en muchas ocasiones, no queda más remedio que subir el precio de venta para no sacrificar el beneficio.

Olvídate de lo que haga la competencia, que es su problema, mantén la calidad y esmera el servicio.

Y sobre todo, apoyate en la diferenciación que es lo que te saca de las comparaciones.

Por mi experiencia con muchos clientes y en diferentes épocas, cuando suben los precios, tras vencer ese miedo inicial, esto es lo que ocurre…

>> Algún cliente deja de venir, pero luego, algunos, y tras pasar algunos meses, vuelven.

>> Algún cliente habitual, protesta con indignación y deja de venir.  Esto es lo más doloroso y lo que más te hace dudar, pero alguno de ellos, tras pasar un tiempo, también vuelven.

A los que protestan, hay que darles la razón, las subidas son indignantes, pero lo son para todos, ya que tus proveedores no tienen ninguna compasión y te suben los precios sin dudar lo más mínimo.

De todos estos, los hay que no vuelven nunca.

Si lo piensas bien, son clientes que no te interesan.

Porque clientes que no te generen beneficios, no interesan, que se vayan a otro sitio.

>> Otros, ni se enteran. Muchos

>> Otros, se enteran y no dicen nada porque lo entienden, la mayoría.

>> Otros, se enteran, se quejan y siguen viniendo.

Pero el resultado final es que tal vez trabajes con algunos menos clientes, muy probable, pero de forma mucho más rentable, porque lo que has vendido te ha generado los beneficios que se necesitan.

Pregúntate… ¿Qué prefieres?

¿Trabajar con 100 clientes y que no te quede un euro en la cuenta o trabajar con 50 clientes y al final tener dinero en reserva, gracias a los beneficios obtenidos con tu trabajo?

Todos mis clientes que se han visto obligados a subir los precios, al final, han conseguido mejores resultados tras aplicarlos.

Indudablemente al hacerlo, se ha echado mano del menos común de los sentidos, el sentido común y la prudencia.

Pero los beneficios, que deben ser sagrados en un negocio, se han conservado.

Y la situación es muy, muy diferente.

Quítate ese miedo de encima, que es lo peor que hay para los negocios, el miedo que paraliza y vuelcate en ofrecer el mejor producto al precio más ajustado posible.

 

Y si es diferente, mucho mejor.

 

Y si quieres que hablemos de cómo puedes organizar mejor tu negocio,  ponte en contacto conmigo a través de info@jorgecruzmartin.com

 

¿Te preocupan las reacciones de tus clientes a las subidas de precio?

 

*Imagen cedida por Pixabay

 

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