22 Ago Horas punta, retraso con los platos y cómo cargarse la experiencia del cliente
El cliente nunca entenderá tu problema...
Ahora que en algunas zonas es temporada alta…
¿Te ha ocurrido que en hora punta se han generado retrasos a la hora de servir determinados platos debido a su preparación?
…
Muchas veces, los empresarios de hostelería, por querer dar el mejor producto a nuestros clientes, tenemos la tendencia a ofrecer platos que se elaboran en el momento.
O platos cuya elaboración es más compleja y pueden retrasar el servicio por la razón que sea.
Y en momentos de gran afluencia de público o con servicios más complicados…
Por ejemplo, por no tener el equipo al completo, o tener algún problema técnico, se producen retrasos a la hora de servir platos, lo que hace que el cliente tenga que esperar, mucho más de lo conveniente.
Hay algo importante que tienes que saber.
Cuando se produce este hecho, el cliente lo va a percibir y apreciar de forma muy diferente a la que lo haces tú.
Un retraso en los platos no es deseado, sin embargo, tú que conoces la complejidad de su elaboración o el beneficio de servirlo recién hecho, te parecerá que al final merece la pena la espera.
Sin embargo, el cliente no lo ve así, ni remotamente.
A los clientes, a ninguno, le gusta la espera entre platos, ni que se le tarde mucho en servir desde que se le toma nota.
Incluso hay personas que se ponen de mal humor si tienen hambre y ven que no les llega la comida.
Ya le puedes dar todas las explicaciones que quieras…
Por muy razonables que sean.
Puedes contarle todo lo que creas conveniente…
El resultado siempre es el mismo y te lo digo por experiencia.
Al cliente le importa un bledo, un pito, las dificultades de la elaboración y si el plato es mucho mejor recién hecho.
Y te puedes imaginar que si el problema es por causas internas, como ausencias del personal, máquinas o similares, le importa aún menos.
El resultado final es que ese hecho es problema tuyo y que te estás organizando fatal.
Que no sabes…
Y que la experiencia del cliente no ha sido lo que se esperaba.
Comentarios como:
«Todo muy bien pero tardaron muchísimo en servirnos…»
«Entre plato y plato estuvimos esperando media hora…»
Aunque solo fueran unos minutos…
No tienes más que ver los comentarios que se hacen en las redes respecto al tiempo de espera.
Sea por la razón que sea, el hecho indudable es que el cliente, tenga o no razón y es lo de menos, no sale satisfecho.
Y que todo el trabajo realizado, la parte dura del negocio, no sirve de nada, ya que al final el cliente no se va contento.
Por muy buenos y formidables que hayan sido tus platos…
Y puede que vuelva o que no…
Como considero que no merece la pena correr este riesgo y que lo mejor es asegurarse la satisfacción del cliente lo más posible, te recomiendo que revises tu carta.
Que elimines todos aquellos platos que puedan complicar el servicio en horas punta y generar retrasos.
Porque siempre se pueden sustituir por otros que no generen ningún problema en su elaboración.
Para esto, es tremendamente útil, las cartas digitales que permiten activar y desactivar platos al instante y que se modifica en todas las publicaciones.
Lo que permite tener platos cuando no hay problema de servicio, por ejemplo entre semana, y quitarlos en los fines de semana o en aquellos momentos en los que es posible que haya saturación.
Con esto consigues eliminar el riesgo de estropear la satisfacción del cliente y que su experiencia siga siendo satisfactoria.
Además de reducir el estrés entre tu plantilla que habrá tenido que hacer frente a las quejas y a los modos en las que lo hagan.
¿Quieres que revisemos tu carta, dónde se atasca y evitar los problemas que te pueda causar?
Cuéntame en un correo, cuál es tu situación y la experiencia que has vivido con este tema, aquí:
Y si quieres dejar un comentario…
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