¿Sabías que tu cuerpo puede estar en contra de tu negocio?

Sí…

Te repito la pregunta…

¿Sabías que tu cuerpo puede estar en contra de tu negocio?

¿Y que puede incluso llegar a perjudicarlo de forma inconsciente?

Te cuento porque…

Cuando estamos estresados o tenemos problemas…

Cuando imaginamos dificultades o pensamos en la posibilidad de tener que afrontar peligros de forma económica…

Como por ejemplo, no poder hacer frente a pagos que se vayan a presentar…

Nuestro cuerpo, en esas situaciones, genera hormonas como el cortisol y la adrenalina.

Estas hormonas generan toda una serie de reacciones en nuestro cuerpo.

En realidad son un sistema de defensa de nuestro cerebro ante situaciones de dificultad o peligro, si así lo percibes.

Ambas hormonas preparan al cuerpo para reaccionar de forma efectiva ante dicha situación.

Para el cerebro, lo que tu imaginas es tan real como si lo estuvieras viviendo y por ello prepara a tu cuerpo para defenderse.

Supervivencia pura y dura.

Uno de los efectos de la adrenalina es acentuar el foco, poner toda la atención en el punto de peligro y centrarse en ello para reaccionar lo más rápidamente posible para ponerte a salvo.

Un ejemplo, si tienes delante de ti un perro que aparentemente tiene intención de morderte, tu cerebro prepara tu cuerpo para reaccionar rápidamente y toda tu atención se centra en el animal y en su posible reacción.

Sin tener en cuenta lo que pueda pasar alrededor ya que eso pasa a un segundo plano.

Pero en los negocios, esto lo que genera es el denominado efecto túnel.

Este efecto se genera cuando pones el foco solamente en el problema o peligro imaginario y no ves nada más.

Pierdes la visión de todo lo que sucede alrededor.

Es decir, pierdes la visión de las posibles soluciones a tus dificultades, de otros puntos de vista, desaparecen las ideas, no te das cuenta de las oportunidades, etc.

Y esto en los negocios es nefasto.

No te creas esto que te cuento si te parece absurdo o que a ti no te afecta, mejor compruebalo por ti mismo, investiga sobre el tema.

Pero es nefasto para el negocio porque se pierden todas las oportunidades de cambiar la situación en la que te encuentres.

Pierdes la oportunidad de descubrir lo que puedes hacer para obtener otros resultados de los que estás obteniendo ahora mismo.

Por eso siempre recomiendo a mis clientes que se tomen un tiempo para ellos mismos.

Para que puedan desconectar y relajarse aunque sea mínimamente.

Porque con ello lo que consiguen es bajar el nivel de presencia en el cuerpo de esas hormonas.

Somos pura química, hay que reconocerlo.

En un cerebro más relajado y sin estar en tensión, el efecto túnel se evapora.

Se abren nuevas perspectivas y aparecen las ideas, las soluciones y la capacidad de ver las cosas desde otro punto de vista.

El cerebro, en ese estado, puede desarrollar toda su capacidad para obtener muchos más recursos y soluciones.

En nuestro programa de asesoramiento trabajamos especialmente este tema.

Porque ahora que los negocios son más complejos, algo que ocurre en todos los sectores de nuestra economía, los empresarios tienen que tener una mayor capacidad de hacer frente a los retos.

Y para ello, deben tener un mayor estado de serenidad, lejos de estados de alarma y supervivencia primitivos para los que estamos programados desde hace milenios.

Si realmente quieres cuidar tu negocio y hacerlo crecer, irremediablemente debes empezar por encontrar la forma de cuidarte tú.

Sin lo uno, es imposible lograr lo otro.

Empieza por ti mismo y por conseguir el estado adecuado para hacer crecer el negocio.

Cuéntame cómo gestionas tú tu estado cuando diriges tu negocio.

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