Tu negocio, tú y tus creencias en hostelería

Creencias en hostelería

Cuando las creencias del empresario limitan el crecimiento del negocio.

Hoy te quiero contar una historia curiosa que da que pensar.

Una historia que me ha ocurrido recientemente.

Tengo tres clientes en una misma provincia.

Los tres tienen un restaurante.

Ya sabes… se cuenta el pecado pero no el pecador.

Uno lo tiene en el centro de la capital de la provincia.

Otro lo tiene en el interior de la provincia, a unos 30 km de la costa.

Y el tercero lo tiene en la misma costa.

Este último trabaja con clientes que no son de la zona y en su mayoría turistas tanto nacionales como algo de extranjeros.

El que está en el centro de la capital trabaja con clientes tanto locales como turistas que visitan la ciudad.

Y el que está en el interior, aunque tiene muchas visitas de las poblaciones de alrededor, su público es mayoritariamente de la zona.

A los tres les he recomendado que trabajen con cartas digitales, por sus muchas ventajas a la hora de trabajar.

No voy a entrar en ello ahora ya que lo he explicado en otros escritos y este se haría muy largo.

Y les insisto en ello, ya que suponen una excelente herramienta para los negocios de hostelería de hoy en día.

El que está en el centro de la capital, está en proceso de optimizarla y aprendiendo a sacarle el mayor provecho a la herramienta pero no tiene ningún problema con el tema.

El que está en el interior, con público local de la zona, ya lleva tiempo con la carta digital implementada en el negocio y le supone una herramienta de gran utilidad.

Herramienta que le facilita el trabajo una barbaridad.

Sin embargo, el que está en la costa, tiene problemas con la carta digital debido a que su público no la acepta y prefiere la carta impresa tradicional.

Piensa que es un problema y por tanto la tiene un tanto relegada, apenas la usa.

Sigue con el método tradicional e imprimiendo cartas una y otra vez, con el coste que eso supone.

Las preguntas que surgen de todo esto son varias…

¿Tan diferentes son los públicos de una y otra zona?

¿Tan radicalmente diferente será el público del centro de la capital del de la costa cuando estamos hablando de la misma provincia, para que tengan un comportamiento tan distinto?

¿Es más digital el cliente del interior que el cliente que viaja y acude a zonas turísticas?

¿No crees que esto da que pensar?

Pero a mí se me ocurren otras preguntas…

¿No será que la diferencia no esté en el público, sino en el empresario?

¿No será que la diferencia esté en la mentalidad del empresario y de sus creencias?

¿No será que el empresario de la costa «cree» que el cliente no acepta la carta digital porque es el mismo el que lo cree?

Y es que las creencias que tenga un empresario son las que le llevan a tomar una decisión u otra.

Y está claro que creencias equivocadas, llevan a decisiones equivocadas.

Es lógico que cada empresario tengas sus creencias fruto de la experiencia de los años que lleve desarrollando la actividad.

Pero hay otras muchas creencias que pueden distorsionar la realidad, por ejemplo…

Los clientes ahora no quieren gastar…

Con las circunstancias actuales no funcionan los negocios…

Ahora no se puede formar un equipo implicado…

No hay personal adecuado…

Y un largo etc.

 

Las creencias no tienen por qué ser ni buenas, ni malas. Pero si hay que cuestionarlas.

Por esta razón siempre invito a reflexionar si lo que tú crees con respecto al negocio es realmente lo cierto o es una opinión tuya fruto de determinadas experiencias.

Y esto se comprueba recabando información y comprobando si a otros les ocurre lo mismo.

O buscando otros puntos de vista que te hagan comprender otra forma de ver los hechos.

Contar con otro punto de vista ajeno al negocio, siempre es de una gran ayuda y es muchas ocasiones te abre los ojos a otras nuevas formas de ver lo que ocurre.

Te invito a que reflexiones si lo que tú crees con respecto al negocio es realmente cierto.

Porque puede que te estés equivocando y lo que realmente haces es limitar el crecimiento de tu negocio.

Desaprovechar una oportunidad de ser más eficiente, más eficaz.

Y no ofrecer una imagen más actual sino todo lo contrario, una imagen de negocio un tanto obsoleto con respecto a tu competencia.

¿Estás dispuesto a revisar tus creencias?

Sé que es un proceso difícil, pero…

¿Estás seguro de que no están perjudicando a tu negocio?


Espero que tengas un día excelente, lejos de creencias equivocadas.

Jorge.

*(Imagen cedida por Pixabay)

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