Cliente objetivo y por qué lo necesitan los restaurantes

A la hora de tomar decisiones debes pensar en tu cliente objetivo

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Si te fijas, en el mundo del automóvil, hay diferentes #clienteobjetivo y es imposible dirigirse a todos.

Cada uno tiene su preferencia, sus costumbres, hábitos y necesidades.

Cuando una marca de coches saca un nuevo modelo, a la hora de diseñarlo, tiene muy en cuenta a qué cliente objetivo va a ir destinado.

Y procura que ese nuevo producto satisfaga lo más posible a ese cliente al que lo va a dirigir.

Sabe perfectamente que ese nuevo producto no va a seducir a todo el mundo ya que eso es imposible.

Por ejemplo, si saca un modelo familiar con una gran capacidad de carga, pensara en aquellas parejas que tengan hijos y necesidad de cargar de forma constante.

Si saca un sedán de alto precio, prestaciones y acabados de lujo, pensará en alguien que no tenga esa necesidad de carga y si querrá un mayor confort, mejor imagen y aprecie la calidad de un buen acabado, sin preocuparle si la tapicería se limpia bien porque los niños la puedan manchar.

Si es un deportivo, se pensará en un cliente que valore las prestaciones del vehículo, su estética exterior y carácter competitivo así como su estabilidad en curvas y potencia.

También se tendrán en cuenta la imagen y el acabado interior del mismo, pensando en atraerle lo más posible, etc.

Eso no quiere decir que si a un padre de familia con varios hijos se encapriche de un deportivo y luego busque razones para justificarlo, no se le vaya a vender dicho coche, ni mucho menos.

Todo el que quiera comprar el que sea, será bienvenido y el concesionario lo venderá feliz.

Pero a la hora de diseñarlo y venderlo las decisiones que se han tomado, estarán todas pensadas en el cliente objetivo para el que se diseña el coche.

Pensarás que vaya rollo que te he metido de coches cuando a ti lo que te interesa es la hostelería.

Pues porque en hostelería es exactamente lo mismo, pero pocas veces se tiene en cuenta al cliente objetivo para el que está pensado el concepto de negocio a la hora de tomar las decisiones de lo que sí se hace o no.

Es fácil dejarse llevar por querer vender a todo el mundo, llegar a todos y cuanto más se venda mejor.

Pero cuando eso se hace así, lo que ocurre es que no se convence a nadie y al final las ventas son mucho menores con mayor dificultad para fidelizar al cliente.

Hay conceptos de negocio que están pensados para un público joven con poder adquisitivo como pueden ser los restaurantes de hamburguesas premium.

Los que triunfan tienen muy en cuenta que es lo que quiere, prefiere y cómo le gusta consumir ese producto, con quien viene, etc. ese cliente objetivo al que se dirigen.

Toman todas las decisiones y así lo puedes comprobar, pensando en ellos exclusivamente, buscando su mayor satisfacción.

Luego, todo el mundo es bien recibido, todos aquellos que no sean el cliente objetivo pero que les guste y encaje lo que se les ofrece, desde luego serán bienvenidos y serán atendidos con el mismo esmero con el que se le atiende al cliente al que se dirigen.

Pero las decisiones, se han tomado pensando solamente en el cliente objetivo.

Y lo mismo ocurre con cualquier otro concepto de negocio que esté definido, claro.

No es lo mismo un concepto pensado para personas de empresa que hagan comidas de negocio que requiere unas condiciones de servicio, que un restaurante familiar que necesita mayor flexibilidad.

No es lo mismo un concepto vegano, que uno pensado para los que les gusta la carne.

Sus clientes objetivos son completamente distintos y querer llegar a todos es totalmente un error.

Introducir platos de carne en un vegano por si vienen clientes que les gusta la carne, difumina el concepto y convencerá mucho menos a los veganos que no entenderán que se ofrezca ese plato cuando la filosofía y planteamiento frente a la carne es otra.

Espero haber podido transmitir correctamente el concepto de cliente ideal, pero sobre todo, por qué lo necesitas.

La necesidad de convencer claramente al cliente y la diferenciación, son dos conceptos imprescindibles en la restauración de éxito y deben entenderse de forma correcta.

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Jorge de la Cruz – #Gastrogestión.

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